Los Cisneros: Rostros y Rastros de Una Familia 1570-2015, constituye un recorrido a través de los ancestros de la familia Jiménez de Cisneros.
Extracto del Prólogo de Carmen Iglesias: “De hombres y mujeres de frontera a empresarios globales”
“LO QUE SE HEREDA DE LOS PADRES HAS DE CONQUISTARLO para poseerlo”, dice una máxima de sabor clásico. Y esa conquista de la propia tradición y su enriquecimiento innovador, a través del esfuerzo y del mérito personal, es lo que se nos cuenta en esta excelente investigación y relato de unas sagas familiares en las que la realidad de las historias concretas de sus hombres y mujeres, de varias generaciones, resulta apasionante. Y se recorre por ello con emoción y empatía, pues su buena escritura nos cuenta al mismo tiempo un trozo importante de la historia común a ambos del Atlántico. La narración histórica de los Jiménez de Cisneros, basada en una paciente y exhaustiva búsqueda en archivos y fuentes contrastadas, y contada por José Ángel Rodríguez, ha sido trascender los acontecimientos y avatares personales para enraizarlos y entrelazarlos íntimamente en distintos momentos de la historia de todos, abarcando tanto el mundo español y europeo como el mundo americano.
Desde la profunda Castilla medieval, en la pequeña villa de Cisneros de Campos, a la formación de unas dinastías familiares de “hombres que vencieron las distancias”, primero en la Península, desplazándose hacia los núcleos urbanos florecientes en los inicios de la modernidad –Murcia, Cartagena, Cádiz-, para luego arriesgarse por la “autopista marítima” que llegó a ser el Atlántico y esparcirse por las islas y continente americano –Cuba, La Española, Trinidad, Cumaná, Caracas-, asistimos a un inteligente despliegue en el que se aúnan y entrelazan la historia general, la de los propios espacios físicos, la de las gentes que por ellos pasan y, desde luego, la de las personas concretas –Luis y su hijo Alonso Ximénez de Cisneros, José Vicente Anastasio, Digo Manuel Plutarco y su valerosa e inteligente mujer María Luisa, Diego Jesús y Albertina, y tantos más hombres y mujeres, intrépidos y lúcidos, de las más de doce generaciones hasta llegar a Gustavo y Patricia-. Generaciones en las que pululan por la historia familiar navegantes, comerciantes, un inquieto doctor “trotamundos” (que se forma ya en los nuevos estudios y técnicas odontológicas en Estados Unidos y que sabe tempranamente de la importancia de la publicidad), hombres de ciencias y letras (ese maravilloso bisabuelo ornitólogo de Patricia), damas venezolanas que no se arredran ante la viudez ni el trabajo para poder dar la mejor educación a sus hijos, hasta llegar a empresarios globales y mecenazgos actuales. Historias concretas e historia general resultan inseparables, complejas y cercanas…